Durante las últimas semanas, nuestros dedicados alumnos han volcado sus corazones y esfuerzos en una noble causa: recoger donativos vitales para ayudar a las víctimas del devastador terremoto de Marruecos. Esta sentida iniciativa es un testimonio del increíble espíritu de solidaridad y empatía que reina en nuestra comunidad escolar.
Dos personas extraordinarias, Manar y Gabriela, han tomado la iniciativa de organizar las donaciones de ropa. Su compromiso incansable y su entusiasmo sin límites han inspirado a sus compañeros a unirse a la iniciativa, lo que ha dado lugar a una notable avalancha de apoyo a los necesitados.
Mientras tanto, otras dos estudiantes, Jinte y Matilda, fundadoras de CSF (Community Support Foundation), también movilizaron a equipos de estudiantes para que colaboraran con ellas en la recogida de donativos entre los compradores de Mercadona, un supermercado local. Su enfoque de la implicación comunitaria no sólo ha cosechado generosas contribuciones, sino que también ha fomentado un sentimiento de unidad entre nuestros estudiantes.
Como culminación de estos esfuerzos colectivos, pudimos enviar un camión con suministros destinados a aliviar el sufrimiento de toda una comunidad afectada por el terremoto. Esperamos que las contribuciones y la dedicación de nuestros alumnos ofrezcan algún tipo de ayuda a quienes se enfrentan a la adversidad.
Esta iniciativa va más allá de la mera recogida de donativos materiales; ejemplifica el espíritu de altruismo, trabajo en equipo y empatía que nos esforzamos por inculcar a nuestros alumnos. Refuerza la noción de que, incluso frente a los desafíos globales, las acciones de individuos dedicados pueden marcar una profunda diferencia, y los lazos forjados durante tales esfuerzos dejarán un impacto duradero en nuestra comunidad escolar y más allá.